Los aquí presentes; representantes electos a los cabildos en representación del Partido de la Revolución Democrática en el Estado de México; ex candidatos y candidatas.
Acudimos hoy ante ustedes los medios de comunicación en aras de la construcción de un mejor futuro para nuestro partido y que de esta forma pueda ser útil a la construcción de una sociedad mexiquense más libre, más igualitaria y democrática.
Para nadie son un secreto los resultados que a nivel nacional y estatal nuestro partido entregó a la ciudadanía. Con la excepción de la elección a diputados locales en nuestra entidad; en las otras dos boletas que los mexiquenses cruzaron este 6 de junio, la representación del sol Azteca nuestra proporción de votos y espacios de mayoría decrecieron.
En 2007, un equipo político llegó a la dirigencia nacional del PRD. Se gobernaban 6 estados, hoy tras 14 años en la dirigencia, se perdió el último, Michoacán. Más allá de lo que el tribunal disponga, el saldo es nefario.
El Estado de México había sido la excepción, una mayoría a la vanguardia del partido había hecho de nuestra entidad la fuente de uno de cada 4 votos del PRD a nivel nacional.
Sin embargo, en 2021, producto de una decisión personalísima sin consulta previa a la militancia, el encargado de la presidencia tomó la decisión de dejar entrar a quienes tanto daño han hecho a nuestro partido a nivel nacional. Los resultados están a la vista, de no ser por liderazgos que lograron las victorias de nuestro partido en el sur y norponiente de la entidad, la estrategia de Campuzano entregaría un saldo negro que probablemente dejaría sin registro al PRD tanto a nivel local como nacional.
No se trata de descalificaciones de índole personal. Más allá del nepotismo, sectarismo y desidia que distinguieron la gestión de Campuzano, se trata de los resultados entregados. El perredismo se ha curtido en la autocrítica, no en la complacencia.
Quienes estamos aquí podemos testificar el abandono del presidente a las campañas más vitales en los municipios clave del perredismo de la entidad. Ensimismado en lo que fue un proyecto personalísimo que quedó más cerca del tercer lugar que de la victoria, Cristian olvidó a los enclaves perredistas mexiquenses que eran orgullo a nivel nacional de nuestra militancia.
Hoy es momento de rendir cuentas y asumir la responsabilidad política de lo que claramente fueron errores al interior del partido.
En Va por el Estado de México, nuestros dos partidos aliados crecieron en municipios, distritos y población a gobernar. El PRD fue el único que decreció, esto no se explica por la alianza en sí, sino por los errores al interior que se cometió en la designación de candidaturas y en el posterior abandono de aquellos que el presidente no percibió como su equipo. Siendo dos de estos los únicos que otorgaron victorias en la cámara local. Siendo los municipios que menos visitó los que mejores resultados dieron. Se repartió entre los asistentes a esta conferencia un documento, el mismo delimita el tamaño de la debacle de nuestro partido en la entidad.
A nivel federal caímos en 6 años del 13.91% porcino de las preferencias y cuatro distritos al 3.41% y ni una sola curul para un emanado de nuestro partido.
En Ayuntamientos; del 7.96% al 3.75% lo que implicó una caída de 16 a 11 municipios encabezados por nuestras siglas.
Finalmente, tan sólo gracias al liderazgo claro de dos cuadros de nuestro partido en Diputados Locales en 6 años la caída fue de 12 a 4, una ligera recuperación en curules, pero que en votación se mantiene la tendencia de 7.96 a 3.75%. La caída en porcentaje de votación se da en las 3 elecciones que concurren en nuestro estado y no es atribuible más que a la dirigencia y línea política de nuestro partido.
Los compañeros que ganan sus distritos locales lo hacen por méritos propios y a pesar, no gracias, a la dirigencia.
Hoy desde la dirigencia se hace un llamado vacío a la unidad. ¿Unidad entorno a qué? Sobre todo, ¿para quién? No podemos hacer borrón y cuenta nueva, el margen de los resultados no permite mucha operación ¿Cuánto más puede bajar nuestra votación a nivel local y nacional? Fue menos de un punto lo que nos separó de sepultar el registro histórico de la izquierda mexicana.
Hoy urge antes que nada un proceso de autocrítica que debe comenzar con un paso al costado de quienes pretendieron dirigir al partido como un patrimonio y que no responden ya a la correlación de fuerzas al interior del mismo.
Jesús Efrén Ramos Ramírez, síndico electo de La Paz, Stephany Moreno Rojas, regidora electa de Cuautitlán Izcalli, Edson Osberto Morales Peña, regidor electo de Teoloyucan Bertha Herrera Rojas, ex candidata a diputada federal, Naucalpan, Lucina Cortés Cornejo, regidora electa de Naucalpan, Sonia González Torres, regidora electa de Cuautitlán, Fernando Martínez Vargas, regidor electo de Ecatepec, Rufino Arellano Hernández, regidor electo Capulhuac, Carlos Gabriel Ulloa, regidor electo de Toluca, Amín Moreno Lojero, regidor electo de Coacalco, Omar Ramos Bernal, regidor electo de Ayapango, Martín Pérez Ávila, ex candidato a presidente municipal de Tepetlixpa, Irene Montiel González, consejera nacional Saúl Vazquez Torres, ex consejero nacional, entre otros.