MUCHOS PENDIENTES LEGISLATIVOS
Parece que el Poder Legislativo del Estado de México está pasando por una severa crisis de credibilidad ante la poca efectividad de sus acciones, o por lo menos eso es lo que pareciera que sucede luego de las sendas manifestaciones que se le han presentado y que incluso han originado que los trabajos legislativos se hayan suspendido, cambiado de sede o llevarlos a cabo a través de las nuevas tecnologías de la información que la pandemia de Covid-19 originó.
Primero fue el plantón de mujeres que exigen resultados en diversas peticiones y que, desde su punto de vista, no han sido atenidas por los legisladores mexiquenses. Luego de una manifestación el pasado 8 de marzo, fecha que se recuerda el “Día Internacional de la Mujer” que terminó con la quema del portón principal del Palacio Legislativo, los grupos feministas iniciaron un plantón frente a su sede; es decir, ya se cumplen 14 días de protesta sin que se vislumbre una salida.
Luego, vino la de la comunicad LGBTTT, quienes se han dado cuenta que las reuniones de trabajo y las promesas de los legisladores (principalmente la de Liliana Gollas Trejo) ha sido una tomada de pelo y que a cinco meses de que terminen los trabajos de la LX Legislatura, ven muy difícil que puedan lograr una ley que les garantice sus derechos constitucionales.
Los comunicadores también se están quedando en el ya merito luego de que la famosa Ley de Protección para Periodistas del Estado de México, arropada (agandallada) por la diputada Azucena Cisneros Coss con apoyo de algunos periodistas, se ha ido quedando olvidada.
Cisneros Coss revivió al interior de su grupo parlamentario gracias al supuesto interés por lograr la mencionada ley. Fue dura crítica al trabajo de su coordinador Maurilio Hernández y marcó su raya cuando declaró que ella votó por eliminar la continuidad de la tenencia vehicular.
La Ley ISSEMYM es otro pendiente de los diputados morenistas. Antes de llegar a sus oficinas del Palacio Legislativo, ya organizaban conferencias de prensa para anunciar que derogarían la ley aprobada y que presentarían una novedosa que salvaría de la bancarrota a la institución. Lo cierto es que después de rendir protesta echaron para atrás la iniciativa, pero se les ha olvidado aprobar el nuevo ordenamiento.
Los estudiantes vieron un pleito monumental entre el Rector Alfredo Barrera Baca y el diputado presidente Maurilio Hernández González para terminar con las aspiraciones del Rector de ser reelecto y el otro, a defender la autonomía de la UAEMex, que estaba envuelta en el escándalo nacional de la Estafa Maestra. También no se logró ir hacia adelante en la reforma universitaria.
Así, con estos temas encima, los diputados de la LX Legislatura han tenido que enfrentar una crisis de credibilidad y de resultados efectivos y que se vio agravada a la parálisis que la pandemia de Covid-19 provocó.
Con este panorama, son más de 30 legisladores que intentarán permanecer en el puesto legislativo en el próximo proceso electoral… veremos cuántos de ellos tienen la fuerza para convencer a sus electores distritales.
GRIPE
Dicen que cuando el río suena, agua lleva y este adagio se está haciendo cada día más fuerte en el Congreso del Estado de México en torno a la figura del “chilango” Alfredo Medellín Reyes Retana, quien en agosto del 2020 rindiera protesta como director de Comunicación Social.
Cuentan que a siete meses de haber asumido la titularidad, sus resultados han sido más que paupérrimos, pues la difusión de los trabajos parlamentarios ha caído en un bache, la promesa de entregar una página web dinámica ha quedado en “cuentos chinos” y la revista oficial de los diputados locales simplemente no le interesa, solamente por citar algunos de sus hierros.
Y es tan cierta su flojera laboral que el órgano escrito, promovido ferozmente por la diputada Miriam Anaís Burgos, duerme el sueño eterno en las bodegas de la Secretaría de Administración, pues Medellín Reyes Retana no ha tenido ganas ni tiempo de crear una estrategia para distribuírla. De esto, parece que la diputada Burgos ya tiene conocimiento y está que no la calienta ni el sol.
El “chilango”, se ufana de que la tarea legislativa se mueve en la prensa nacional y que su estrategia de posicionamiento es un éxito, pero oculta a los legisladores que las pocas menciones le han costado mucho dinero a la Cámara de Diputados. Y para lograr un presupuesto para pagar esos altos costos, ha dejado a un lado a los medios locales, principalmente a todos aquellos que no son afines a sus propósitos.
Ya se habla de que en breve “el chilango” será llamado a cuentas por los legisladores que en su momento le brindaron apoyo (morena) pues no están nada a gusto sobre su paupérrima difusión en sus distritos y seguramente el presidente de la Jucopo, Maurilio Hernández, deberá estar analizando su remoción, sobre todo ahora que están tan cerca las elecciones mexiquenses y la esperanza de reelección de muchos diputados morenistas.
NEUMONÍA
A cuatro días del infame ataque que sufrieran elementos de corporaciones de seguridad estatal a manos del crimen organizado, pocos avances se han tenido para dar con el paradero de quienes atentaron contra cinco agentes de la Fiscalía General de Justicia y 13 de Seguridad Estatal, hechos ocurridos en Coatepec Harinas y Almoloya de Alquisiras.
Desde el primer día (jueves) el gobierno estatal tuvo una reacción tardía y fue hasta el viernes que el gobernador Alfredo del Mazo saliera a declarar que se actuará con todo el peso de la ley sobre los asesinos de los policías. Insisto, a cuatro días solamente se tienen las declaraciones los titulares y una “recompensa” para quien de informes sobre el paradero de tres presuntos involucrados en la masacre.
Sería interesante y prudente que se mantuviera al tanto de las acciones emprendidas para detener a los grupos delincuenciales que actúan en el Estado de México, pues la gente ha perdido la confianza de salir a las calles ante un ataque, a cualquier hora del día. Nuestra entidad es una de las más castigadas por el crimen organizado, los feminicidios y sobre todo la impunidad, todo ello producto de la poca eficiencia de quienes tienen la tarea de procurar seguridad y justicia.