Si los mexicanos nos tendiéramos la mano sin conocernos, sin lugar a dudas tendríamos otro México y eso quedo más que demostrado en el poblado de San Mateo Otzacatipan en Toluca, Estado de México, cuando Zamira Contreras Bernal, mexicana que radica en Nueva York, Estados Unidos, le regalo una casa a la señora Guadalupe Gómez Flores a  sin conocerse y sin ser familiares.

“Es la realidad que vivimos en nuestro México esa es la historia, la pobreza en la que México está sumergido, gracias a nuestros políticos y también de nosotros mismos que no queremos salir adelante, me encontré esta familia, la señora Lupita que ya es mayor debería de estar gozando de cierta tranquilidad y nosotros como jóvenes velar por ellos y por nuestros hijos y viejos”, detalló Contreras Bernal.

Cuando inicio la pandemia hace un año, Zamira Contreras ayudo a los elementos de seguridad e intendencia del hospital Nicolás San Juan al regalarse unas despensas y al quedarles algunas, su hermano que es taxista, decidió donarlas en las comunidades aledañas, es ahí donde se conoce la historia de la señora Guadalupe Gómez Flores, de vivir en un cuarto con seis personas y de ahí surgió la idea de ayudarla.

“Me tocaron el corazón al conocer su historia, no los conozco y quizá nunca los conozca en persona, pero quise ayudarles a construirle esa modesta casa, pero ya podrá tener una vida mejor”, sentenció Zamira Contreras, quien en la Unión Americana se dedica a la limpieza de casas, así como laborar en una funeraria, trabaja todos los días y cerca de 16 horas al día.

La emoción la reflejaba en sus ojos, ojos cristalinos al borde las lágrimas de agradecimiento, no cualquiera o más bien nadie te construye y regala una casa y más sin conocerse, como sucedió con esta historia.

“Nunca me lo esperaba, estoy muy agradecida, no tengo con que pagarles, he platicado con ella (Zamira Contreras) estoy muy agradecida con ella por lo que hizo, estoy muy contenta”, señaló Guadalupe Gómez.

Se encuentra viviendo junto con dos de sus hijas, así como con tres nietos e indicó que espera cuidar mucho la casa y sobre todo estar muy agradecida por este gran obsequio.

Poco a poco tendrá sus muebles, por lo pronto ya cuenta con una estufa, además tendrá  ya un baño más en forma y con regadera, con el objetivo de poder sobrellevar una mejor vida en este poblado cercano a la capital mexiquense.

 

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