A pesar del reconocimiento nacional e internacional de los derechos de las niñas y los niños a la educación, el juego y el sano desarrollo, el trabajo infantil es una lacerante realidad que debe erradicarse en todo el mundo, aseguró el doctor Hugo Ítalo Morales Saldaña, ex representante de México ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En conferencia virtual, efectuada por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) para capacitar a personas servidoras públicas, el experto en derecho laboral indicó que “el trabajo infantil es un problema de desigualdad de la humanidad, de previsión social y de protección, dado que las disposiciones jurídicas que lo prohíben son insuficientes”.
Morales Saldaña señaló que, de acuerdo con la OIT, la explotación laboral infantil se comete cuando personas o grupos ilícitos obligan a menores a realizar alguna actividad económica o convencen a sus familias para dejarlos trabajar, lo cual es un delito sancionado por la ley y un atentado a sus derechos.
Explicó que en México la ley prohíbe la participación de la niñez en actividades peligrosas que pueden afectar su salud o condiciones físicas y que les impidan continuar con la educación obligatoria que ampara la Constitución; sin embargo, el trabajo infantil es una realidad que ha rebasado el marco legal.
Además, dijo, la legislación deja abiertas las puertas a la desprotección de la infancia, pues, por ejemplo, “no constituye un trabajo en sentido jurídico cuando la o el menor de edad desarrolla una actividad artística, deportiva o cultural, siempre y cuando, su tutor, sus padres o quien ejerza la patria potestad lo permita”; por tanto, pueden argumentar, que las o los malabaristas en las calles son artistas y que quienes venden dulces, periódicos u otro producto en la vía pública no desarrollan una actividad laboral, sino una práctica comercial.
Asimismo, el doctor Hugo Ítalo Morales detalló que respecto al “trabajo familiar”, no hay una disposición protectora para la infancia, ya que la existente establece que las hijas e hijos de quienes desarrollan actividades agrícolas, industriales o comerciales, no son considerados como “trabajadores” y esa situación llega a generar abusos por parte de padres, madres o tutores.
Al término de su participación, el también colaborador de la Codhem expresó que, a pesar de las leyes locales e internacionales, las violaciones a los derechos de la infancia continúan, por lo que todas y todos tenemos la responsabilidad personal, social e institucional de proponer soluciones para desalentar y erradicar el trabajo infantil, a fin de que las niñas y los niños mejoren sus condiciones de vida, la calidad de su educación y alcancen un sano desarrollo.