Por José Manuel Rueda Smithers
Yo no tracé líneas territoriales separando al hermano del hermano…
Poema América Latina, de Nicomedes Santa Cruz (Perú).
México mantiene relaciones con casi 40 países de América Latina y El Caribe. Para mejorar su imagen -especialmente -después de un gobierno visto como pasivo– sería necesario pensar en una serie de estrategias proactivas que refuercen la diplomacia, la cooperación regional y su influencia cultural.
Es común escuchar entre inversionistas, comerciantes, promotores turísticos, que urge a México reactivar una política exterior proactiva y multilateral, aprovechando el cambio de gobierno, y la buena aceptación en las últimas semanas va logrando Claudia Sheinbaum.
El gobierno debe trabajar en revitalizar su papel en los organismos multilaterales regionales como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Organización de Estados Americanos (OEA). Participar activamente en estos foros enviaría una señal clara de compromiso con la región.
Liderar proyectos de integración regional, involucrarse en iniciativas económicas, de infraestructura o de seguridad comunes que generen un sentido de colaboración entre países de la región. Proyectos conjuntos de energía, tecnología y medio ambiente pueden ser oportunidades para fortalecer alianzas.
Más allá de lo tradicional, urge promover la diplomacia cultural y científica. Fomentar intercambios culturales y educativos, aprovechando larica herencia cultural que puede proyectar a nivel internacional a través de los siempre exitosos intercambios. Esto crearía una imagen positiva y lazos más profundos entre naciones.
Siempre son bienvenidas la ideas y trabajos que buscan impulsar y ofrecer programas de becas y oportunidades para que estudiantes latinoamericanos puedan formarse en México, y viceversa, creando una red de cooperación académica.
Los expertos tienen en la mente fortalecer la cooperación económica y comercial. La nueva presidenta no parece ajena a ello, y hasta el momento nada reacia.
Los acuerdos comerciales estratégicos no deben detenerse más. Reforzar y crear nuevos encuentros con países en sectores clave como la agricultura, energía y manufactura, beneficia tanto a México como a sus socios y mejora la percepción ser confiables.
Participar en proyectos de infraestructura, energía verde, y desarrollo tecnológico en América Latina para posicionarse como un inversor clave y socio comercial.
Reforzar el uso de redes sociales y medios digitales es obligado pues estrecha los caminos. Las plataformas de comunicación digital permiten un alcance más amplio y directo para iniciativas, logros y colaboraciones de México en el ámbito internacional.
Si México participa en la mediación de conflictos regionales, recuperará respeto en situaciones de conflicto o crisis, promoviendo el diálogo y la resolución pacífica de disputas.
Liderar causas de derechos humanos en una postura clara, es clave contra la corrupción y la crisis climática. Ser un líder en temas éticos ayudará a reconciliar la imagen de compromiso con los valores internacionales.
Involucrarse en la protección del medio ambiente y la transición hacia energías limpias puede fortalecer su rol en la región y proyectarnos hacia el desarrollo sostenible.
Mejorar la atención a los mexicanos en el exterior al fortalecer las embajadas y consulados hacia mejores servicios, y aprovechar esta comunidad para subrayar la percepción de México en su defensa.
Para México será necesario un reposicionamiento estratégico de su política exterior, aprovechando sus fortalezas culturales, económicas y su papel en foros multilaterales. Involucrarse más activamente en los temas regionales y globales será esencial en sus relaciones y consolidación de líder Latinoamericano.
Difundir ante los medios de cada país es una estrategia clave para fortalecer la imagen de México y posicionar la política que se pretende implementar. Utilizar los medios locales tiene muchas ventajas, pero debe hacerse con cuidado y asegurar que el mensaje sea bien recibido y entendido en cada contexto.
Hay canciller, hay embajadores y hay personal de primer nivel para lograrlo, la voluntad debe ser obligada.