Por José Manuel Rueda Smithers
El delicado sátrapa conversa con copas, cuellos y cordones de oro.
El pequeño palacio brilla como un reloj y las rápidas risas enguantadas
atraviesan a veces los pasillos.
Poema Los dictadores, de Pablo Neruda.
Uno de los actuales: Maduro, ya cometió varios.
La historia enseña cómo dictadores han caído debido a su sensación de invencibilidad y su incapacidad para reconocer las señales de su inminente debacle. Aquí hay tres ejemplos prominentes:
Adolf Hitler (Alemania, 1933-1945): Líder del Tercer Reich, llevó a Alemania a la Segunda Guerra Mundial con la creencia de que podía conquistar Europa y más allá. Subestimó gravemente la capacidad y la determinación de los Aliados. Su negativa a permitir retiradas estratégicas y su creencia en la invencibilidad de su régimen contribuyeron a su derrota. En 1945, con las fuerzas aliadas avanzando sobre Berlín, Hitler se suicidó en su búnker.
Muamar Gadafi (Libia, 1969-2011): Gobernó Libia durante más de 40 años con mano de hierro, creyendo firmemente en su capacidad para mantener el poder indefinidamente. Durante la Primavera Árabe en 2011, las protestas contra su régimen se intensificaron. A pesar de la creciente oposición interna y la intervención militar de la OTAN, Gadafi subestimó la determinación de los rebeldes. Fue capturado y asesinado en octubre de 2011.
Nicolae Ceaușescu (Rumania, 1965-1989): Gobernó Rumania con un régimen comunista opresivo y autocrático, creyendo que su control sobre el país era absoluto. A medida que las revoluciones de 1989 se extendieron por Europa del Este, Ceaușescu ignoró las crecientes protestas y el descontento popular. En diciembre de 1989, después de una serie de manifestaciones masivas y un breve juicio, él y su esposa Elena fueron ejecutados sumariamente.
Estos ejemplos muestran cómo la sensación de invencibilidad y la desconexión de la realidad pueden llevar a la caída de incluso los dictadores más poderosos.
Nicolás Maduro -presidente de Venezuela desde 2013-ha cometido varios errores que mantienen una crisis económica, política y social en el país. Algunos de sus errores más significativos:
La economía venezolana ha sufrido una hiperinflación sin precedentes, devaluación de la moneda, y una drástica caída en la producción de petróleo, su principal fuente de ingresos. La falta de diversificación económica y políticas económicas erráticas han exacerbado la crisis.
La corrupción generalizada y la mala administración afectan gravemente a las instituciones del país. Los fondos públicos han sido mal utilizados, y las empresas estatales (incluida la petrolera PDVSA), han sido gestionadas ineficazmente.
Maduro ha sido acusado de reprimir la oposición política mediante el uso de fuerzas de seguridad para dispersar manifestaciones, arrestar a líderes opositores y restringir la libertad de prensa. La represión mantiene un clima de tensión y conflicto.
Con la manipulación electoral, Maduro ha sido acusado de falsear los procesos electorales para mantenerse en el poder. La elección presidencial de hace una semana -dice que fue reelegido- es ampliamente criticada en lo nacional como internacional por irregularidades y falta de transparencia.
Eso pasa con su mala gestión de la economía y la represión política que han llevado a una crisis humanitaria, con escasez de alimentos, medicamentos y otros bienes básicos. Hay un éxodo masivo de venezolanos que buscan mejores condiciones de vida en otros países.
Las políticas de Maduro han llevado al aislamiento internacional de Venezuela. Muchos países y organizaciones internacionales no reconocen su gobierno y han impuesto sanciones económicas.
Vive la negación de la crisis, en lugar de abordar los problemas de frente. Maduro ha negado la existencia de una crisis y ha atribuido los problemas del país a factores externos, como sanciones y conspiraciones internacionales, lo que ha impedido la implementación de soluciones efectivas.
Estos errores han contribuido a la profundización de la crisis en Venezuela. Afectan gravemente la calidad de vida de sus ciudadanos y llevan al país a una situación de inestabilidad prolongada.
Parece un lugar común, pero aquí cerquita hay otros personajes con similares fallos, a ver si esta trivia funciona para los lectores de La Cultura Impar.