PIZARRÓN, GIS Y BORRADOR
Por Belegui Tufiño Ávila
Durante mucho tiempo fueron una figura paradigmática de la actividad docente, por ser estos los tres elementos, las herramientas básicas para el desarrollo de la clase.
Pasando por varias etapas de nuestra historia, el papel del maestro visto como el apóstol de la educación buscaba redimir de la ignorancia a una población sumida en las más prioritarias necesidades.
Llevar el conocimiento de la ciudad al campo, siendo el ciudadano de la comunidad que más sobresalía en su preparación, quien empezaría a fungir como el “maestro de la comunidad”, a quien se le rindió el más puro respeto, por llevar el progreso a sus congéneres.
La pérdida del reconocimiento social a la función del Docente y una lucha por recobrar el status o mínimo un poquito de RESPETO, en un mundo globalizado que representa nuevos retos al ser rebasada la función educadora de la escuela en su conjunto.
Las diferentes manifestaciones nucleares de la familia, denotando las diferentes formas en que esta educa a sus pequeños y como desde la escuela se tiene que poner énfasis en la multiculturalidad para ahora atender a la diversidad.
Una sociedad tan abierta que educa más allá de la escuela, en un contexto de violencia, intolerancia, falta de respeto, empatía e inseguridad.
Y desde la escuela la llegada de nuevas reformas que intentan un cambio en la visión de los maestros.
Un mundo Globalizado es ahora el espacio de intervención que los maestros tenemos como reto, donde se afrontaran las nuevas necesidades, con una perspectiva más abierta que busque atender a un alumno que ya posee elementos que la misma sociedad le ha provisto, pero que nos permiten observar lo mucho que desde la escuela se tiene que hacer, para no dejar que la realidad supere desordenadamente la labor educativa de la misma a través de nuestro trabajo.
El paso de una práctica basada durante mucho tiempo en un eclecticismo empantanado por un conductismo demasiado estático, a una visión renovadora en la que se pretendía privilegiar lo procedimental y formativo de los procesos educativos.
La complejidad ahora planteada como tema filosófico nos remite a que los docentes deberán ahora establecer nuevas formas de trabajo en las que contemplen la diversidad como regla social natural, todos somos diferentes y nos comportamos propiamente desde nuestros espacios y tiempos.
También existen otros espacios de intervención como los referentes a la Integración educativa de los niños con Necesidades Educativas Especiales que son atendidos por las escuelas regulares, con todas las carencias e incertidumbres existentes.
Fenómenos no nuevos, pero más acendrados como la violencia diaria de la delincuencia y la influencia del narcotráfico que dimensionan en nuestros alumnos, ejemplos no deseados pero que también influyen en sus pensamientos.
El influjo subliminal de los mensajes en los diferentes medios de comunicación, el uso excesivo de las redes sociales con contenidos inadecuados que promueven principalmente la violencia y la pornografía, lograron que en menos de 10 años, los alumnos dejaran a un lado el sueño de ser Astronautas y comenzaran a soñar despiertos con ser Influencers ,Youtubers, Streamers , algunos de hecho ya ni sueñan.
El enorme crecimiento demográfico el cual conlleva a fuertes demandas de satisfactores educativos, las generaciones que tuvieron que desenvolverse en el marco de los Terremotos y la pandemia, aunado a los padres de familia que ni una porra exclaman, son algunos de los retos a los que se enfrenta el docente en México, para poder lograr una educación, humanista, inclusiva, integral y con valores.