LA SEGURIDAD NACIONAL DEBE AJUSTARSE A LOS PRINCIPIOS DE EXCEPCIÓN: ROLDÁN
En los últimos años, la idea de seguridad nacional no se ha ajustado a los límites que le señalan la excepcionalidad, la justificación y el control, se ha seguido el argumento del poder y la división de la sociedad en amigos-enemigos, como muestran los casos de negar las vacunas contra el Covid-19 a niños menores de 11 años, permitir la entrada de alimentos contaminados o evitar el acceso a la
información relativa a obras públicas.
José Roldán Xopa, profesor-investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), ofreció la conferencia «El concepto de seguridad nacional y su función en la actividad administrativa», en la sesión mensual del laboratorio de ideas que organiza El Colegio Mexiquense, que en esta ocasión combinó de nueva cuenta la modalidad presencial en el Aula Mayor de Santa Cruz de los Patos con la transmisión en redes sociales.
En el mensaje de bienvenida, César Camacho, presidente de El Colegio Mexiquense, dijo que el Estado, en su concepción más amplia, tiene que protegerse a sí mismo y procurar su preservación, y por eso el concepto de seguridad nacional que está en la Constitución remite a la posibilidad de guardar datos, preservar instituciones y hacer frente a riesgos cuando el Estado está en
peligro, no el gobierno.
En el siglo XX, con un presidencialismo fuerte, omnipotente y por momentos casi avasallador, ese concepto no se reguló, pese a los peligros que implica lo no regulado, que da a la autoridad un manejo libérrimo y caprichoso y deja a los particulares en situación de desvalimiento, pero con la Ley de Seguridad Nacional de 2004 se buscó generar mecanismos protección del Estado, y con ello se quitó discrecionalidad al gobierno, a partir de la idea de excepción.
Por su parte, Roldán Xopa habló de la especial relevancia que la actual administración le da a la seguridad nacional, tanto en la práctica como en la formación de las ideas del gobierno, y la analizó desde la política activa, en un ejercicio de racionalidad respecto a la necesidad del control de la arbitrariedad.
Añadió que la administración también se construye a través de obras de infraestructura y de sus relaciones con sectores de la sociedad, así como las que se dan entre el poder y los ciudadanos.
El jurista advirtió de que hoy en México la narrativa y el discurso sobre seguridad nacional influyen en el imaginario social con un argumento de autoridad y referentes concretos a obras que se presentan como de seguridad nacional, dándoles un halo de importancia para disminuir el control de los jueces, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
De esta manera, se da a la idea de seguridad nacional una finalidad específica, como se ve en el acuerdo presidencial de 2021 sobre todas las obras que recibieron esa calidad -el cual fue declarado inconstitucional- y el decreto siguiente, de mayo de este año, sobre el tren maya y el corredor interoceánico, entre otras.
Detalló las ideas de excepcionalidad, la justificación y el control, para dar ejemplos concretos a partir de la Ley de Seguridad Nacional de 2004, en los cuales se debería responder a evidencias, evitar el argumento de autoridad, valorar los hechos y garantizar derechos, al tiempo de preservar bienes naturales.
El profesor-investigador Juan Carlos Martínez Andrade hizo los comentarios a la exposición, con énfasis en los argumentos jurídicos y las razones dadas por el conferenciante, y la moderación del encuentro la hizo José Antonio Álvarez Lobato, secretario general de El Colegio Mexiquense.