Solamente faltan 20 días para que las y los mexiquenses debamos decidir quién será la primera mujer que habrá de dirigir los destinos del Estado de México, que por cierto ocupa los primeros lugares en feminicidios, desempleo, inseguridad, corrupción, impunidad y muchos otros rubros que pondrán a prueba sus promesas de campaña.
Más que promesas y palabras necesitará la futura gobernadora. Las campañas habrán quedado atrás y en este mismo año se enfrentarán a la realidad, la que vivimos los millones de mexiquenses deben de sortear día a día, desde las zonas rurales más alejadas, hasta aquellos de las grandes ciudades, pero que ambos viven graves problemas.
En esta carrera por incidir en la intención del voto, Alejandra y Delfina se han enfrascado en una inmensa lista de promesas difíciles de cumplir, sobre todo ahora que los gobiernos se han olvidado de las grandes obras y justifican su trabajo con algún programa social mal encausado que sólo atiende a unos pocos, tal y como sucedió con la Tarjeta Rosa, la cual ha tenido más quejas que aplausos.
De ganar la gubernatura, Alejandra del Moral deberá enfrentarse a la presión del gobierno mexicano y a los diputados y senadores federales, los cuales seguirán siendo mayoría hasta 2024 cuando se lleven a cabo elecciones; mientras deberá trabajar con pocos recursos.
Si gana Delfina, su margen de acción puede ser mayor, pero ella tendrá una cerrada lucha en el Congreso local, donde los grupos mayoritarios y sus aliados tienen marcado prácticamente un empate y ahí, Morena ha ido perdiendo poder.
Si es gobernadora la morenista, su peor lastre será pagarle el apoyo a todos aquellos que la rodean y que se ven dentro del gobierno estatal disfrutando de las mieles del poder, incluso el líder nacional de Morena, Mario Delgado, el cual tiene grandes esperanzas del triunfo para incrustar una larga lista de amigos como pago a sus “favores”.
Luego, ya vendrá para ambas el darles prioridad a las promesas de campaña, dando salida no a las más urgentes y necesarias, sino a las que puedan garantizarles resultados inmediatos que les permita impactar al ciudadano.
Le seguirán aquellas que son viables de acuerdo con su presupuesto y al final, dejar en el olvido las que sólo fueron meras propuestas de campaña, pero que nunca serán aterrizadas.
En fin, el Estado de México seguirá viviendo el sueño electoral por 21 días más y todo apunta a que poco podrá cambiar en el ánimo de la población: Morena está adelante no porque sea la mejor opción, sino por el desgaste que sufre el partido en el poder.
Pero esto no quiere decir que la ganadora será la mejor opción, pues me atrevo a aventurar que, por la falta de propuestas viables, el abstencionismo será el gran ganador… al tiempo.
GRIPE
Este fin de semana estuvo extraordinariamente lleno de demandas en las redes sociales contra ambas candidatas y sus aliados. Mientras unos denunciaban que intentaron atropellar a un grupo de simpatizantes, los otros documentaban con video el apoyo que los gobiernos municipales otorgan en los mítines de las candidatas. Mientras unos denunciaban hostigamiento y acoso contra reporteros, otros mostraban el robo de propaganda de la candidata enemiga.
Lo cierto es que ambos equipos están cortados con la misma tijera y conocen las trampas que día a día alientan, de los acarreos de simpatizantes, la vandalización de la propaganda y hasta del apoyo ilegal de los municipios para eventos proselitistas.
Queda claro que estas elecciones a gobernador entrarán en los anales de la historia no por ser las más propositivas o las más competitivas. Lo serán, porque en ella se romperán los récords de trampas y violaciones a la ley electoral, pues el órgano colegiado prefiere cerrar los ojos y hacer como que no pasa nada.
Esperemos que la escalada violenta no siga en ascenso en esta última parte de la campaña, que haya cordura desde las mismas candidatas.
Por cierto, sigue pendiendo de un hilo la comunicadora del IEEM, Mónica Argelia Mendoza, quien se ha ganado la antipatía del representante del PT, José Canseco, quien no se cansa de pedir su destitución. También comienzan a crecer voces de descontento entre los representantes de los medios de comunicación con los que tiene poco trato y malas formas.
NEUMONÍA
Entiendo que la secretaria particular, de la Secretaría de Cultura y Turismo, Alejandra Guerra Juárez, desconozca mucho de lo que pasa a su alrededor; primero, porque de la noche a la mañana se encontró como la titular de una importante secretaría y segundo, porque la planeación, organización y dirección no es su fuerte, lo suyo es ser la recomendada del gobernador Alfredo del Mazo.
Es por ello por lo que el comunicador de la Secretaría, Mario Vallejo Soriano, siga tan feliz y holgazán como siempre, pues se ha dado cuenta que la particular nunca actuará en su contra, a pesar de todas las acusaciones que penden sobre su cabeza.
Me dicen que la inexperta recomendada ha señalado en más de una ocasión que no puede actuar en contra de Vallejo Soriano porque no hay denuncias en su contra, que todo son rumores y chismes de gente que le tiene envidia.
Pero bueno, por ello, deberé de hacer su trabajo y en breve le entregaré una lista de personas que han abierto denuncias contra Mario Vallejo por sus ataques de furia, por el acoso que sufrieron o los excesos laborales a los que los somete.
Por el momento le puedo comentar a Alejandra Guerra que hay más de ocho trabajadores de Relaciones Públicas que tuvieron que buscar otras áreas por no soportar los ataques de furia de su exjefe. También le recuerdo que otros incluso se quejaron con ella misma y que en lugar de investigar lo que sucede, los amenazó si continuaban acusando a Mario Vallejo.
Si Alejandra Guerra Juárez quisiera ser justa, desde hace mucho tiempo su comunicador ya estaría dado de baja y corrido por la puerta de atrás.
Por cierto, ¿alguien me puede explicar por qué Alejandra Guerra bajó la fotografía donde aparecía retratada con el gobernador Alfredo del Mazo Maza?… es una duda.