Por Andrés A. Solis*

A mí sí me tocó en la infancia eso del (dicen) extinto “Día del Presidente”.

Días terribles en que no íbamos a la escuela, pero no podíamos ver nada en televisión ni escuchar nada en la radio, porque por la mañana emitían en cadena nacional las seis horas (promedio) en que el presidente en turno se tiraba un mega discurso triunfalista de sus grandes logros y éxitos. Era la ceremonia del Informe.

Y peor si era el sexto y último informe, porque el presidente se aventaba “mega chorizo” de lo alcanzado en sus seis años de gobierno. Así me tocó padecer los días triunfalistas de Luis Echeverría Álvarez, José López Portillo y Miguel de la Madrid Hurtado. Con Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León ya me tocó en calidad de periodista y con este último, cubriendo la fuente presidencial entre 1999 y 2000.

Los noticiarios vespertinos y nocturnos de ese 1 de septiembre se llenaban con las “notas” del informe; el resumen pues de las seis horas de transmisión en sólo 30 minutos.

Al día siguiente las portadas eran siempre las mismas: el presidente recorriendo las calles entre el Palacio Legislativo de San Lázaro y Palacio Nacional en un auto descubierto en medio de papelitos verde, blanco y rojo y planas, planas y más planas de transcripciones (que no notas) del discurso.

En 1997 la historia cambió un poco, cuando Ernesto Zedillo fue vapuleado y humillado en cadena nacional por un estridente Porfirio Muñoz Ledo, entonces del PRD, cuando por primera vez la oposición “respondió” al Informe presidencial.

Y la historia cambió de nuevo cuando Vicente Fox no quiso exponerse a lo mismo y envió por escrito su Informe y desde la Residencia Oficial de Los Pinos ofreció un “mensaje a la nación”. Con el nuevo milenio el “Día del Presidente” sólo cambió de formato.

Ya son cuatro presidentes (dos del PAN, uno del PRI y uno de Morena) que ya no acuden al Congreso; mandan su informe por escrito y dan su “mensaje a la nación”, en el que mantienen sus cifras alegres, cada quien a su manera.

Por fortuna la prensa nacional ha ido avanzando en el análisis de las cifras presentadas por el gobierno, tratando de explicar con datos duros si lo dicho por el presidente es verdadero, falso o dudoso. Es el Día del Fact Checking contra el Día del Presidente, en un ejercicio donde siempre ganará la sociedad.

Eso sí, en los medios electrónicos siguen sobrando esas “sesudas” mesas de análisis que terminan siendo opiniones parciales de quienes pretenden analizar el Informe presidencial desde su postura ideológica y no desde el análisis de los hechos y las obras consumadas.

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*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Conduce el programa “Periodismo Hoy” que se transmite los martes a las 13:00 hrs., por Radio Educación.

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