El servicio público debe tener perspectiva intercultural para participar, promover y materializar los derechos humanos de los pueblos originarios y sobre todo, respetar la dignidad de las mujeres indígenas, porque ellas tienen derecho a todos los derechos por ser personas, señaló la jefa del Departamento de Atención a Pueblos Originarios, de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM), Marilyn Ramón Medellín.
Durante la conferencia a distancia “Derechos humanos de las mujeres indígenas” en el marco del Día internacional de los pueblos indígenas, explicó que ellas son triplemente discriminadas: por ser mujeres, indígenas y pobres, a pesar de que el artículo primero constitucional de México prohíbe la discriminación por origen étnico, nacional, género, edad, discapacidad, condición de salud, religión, opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana, por tanto, deben abrirse espacios para que participen, opinen y colaboren para que ejerzan todos sus derechos.
La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2018 indicó que siete de cada 10 personas hablantes de lengua indígena están en situación de pobreza; 10.1% de ellas y 16.5% de ellos tienen carencia de acceso a servicios de salud; 79.7% y 80.9% de mujeres y hombres respectivamente no tienen acceso a la seguridad social; 66.5% de mujeres y 66.6% de hombres carecen de servicios básicos; y un estudio de Inmujeres de 2018 dio a conocer que el 46.7% de mujeres y 39.9% de hombres están en rezago educativo.
Ante la subdirectora de Atención a la Igualdad de Género, Sandra Tetatzin Contreras, quien dio la bienvenida a nombre de la presidenta de la Casa de la Dignidad y las Libertades, Myrna Araceli García Morón, la especialista precisó que las instituciones de gobierno tienen la obligación de promover, respetar y acercar el conocimiento de los derechos fundamentales para que cada persona pueda ejercerlos, en especial las mujeres indígenas, quienes representan más de la mitad de la población y tienen derechos específicos como integrantes de una comunidad o pueblo originario.
Ramón Medellín subrayó que derivado de la lucha incansable de mujeres indígenas se logró la creación de leyes, pero no basta porque se deben erradicar ideas machistas y de la época Colonial, así como superar barreras que frenan el desarrollo personal como son las costumbres de algunos pueblos; y aclaró que ellas no buscan ser iguales a los hombres, sino gozar de los mismos derechos, oportunidades y libertades en igualdad de condiciones.
Mencionó que las mujeres indígenas tienen derecho a la cultura; a la tenencia, propiedad y posesión de la tierra; a defender la tierra y el territorio, a defender sus derechos humanos, a la información y a la participación, a la salud, a la educación, al trabajo, a una vida libre de violencias, a la justicia, entre otros, por tanto, debemos avanzar como sociedad para sensibilizarnos y ser personas empáticas con ellas, abrirles espacios públicos y políticos, denunciar y visibilizar la violencia en su contra, respetar sus usos y costumbres, capacitar a las autoridades auxiliares para que conozcan la ruta a seguir en caso de vulneración.
A las personas defensoras de derechos humanos, oficiales calificadores y representantes de instituciones de gobiernos locales conectados a distancia, dijo que las autoridades tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos, y ofrecer un servicio humano y respetuoso, por tanto, los retos que tienen es comprometernos a que las leyes no se queden en la letra, sino sean una práctica cotidiana e informar sus derechos sobre todo a ese sector de la población, ya que no avanzaremos como sociedad democrática mientras la dignidad de una mujer sea afectada.