Dentro del Foro Internacional “La Educación desde la perspectiva de Corea del Sur”, organizado por el Instituto Superior de Ciencias de la Educación del Estado de México, se presentó la doctora Su-Jin-Lim, quien es investigadora en Estudios Regionales con especialización en América Latina, profesora en las universidades de Ewha, Sngmung y Seowon en su país natal e investigadora en el Centro de Estudios e Investigaciones sobre la Cuenca del Pacífico de la Universidad de Colima.

Su-Jin Lim participó con el tema “La importancia del Sistema Educativo en Corea del Sur, después de la Segunda Guerra Mundial”; los rostros detrás del rápido desarrollo económico en Corea del Sur.

La conferencista doctora Su-Jin dividió su tema en tres partes, el primero es el ¿Cómo han logrado desarrollarse económicamente de forma tan rápida?; el segundo ¿Cómo funciona la educación dentro de Corea del Sur para lograr este milagro?; y el tercero ¿Porqué en Corea del Sur funcionó la educación con el valor del desarrollo económico?

Reconoció que Corea es un país muy pequeño en comparación con Rusia, India y China, además de estar dividida desde 1953 entre sur y norte, es un 5% del territorio mexicano, del tamaño de Oaxaca, con una población de más de 51 millones de habitantes, pero a pesar de ser pequeño económicamente es fuerte tiene un PIB total de 1,681 billones dólares ocupando el décimo lugar mundial; en su PIB per Cápita es de 35 mil 168 dólares (mientras que México bajó a 8 mil); y es el quinto lugar en exportaciones con 644 mil millones dólares; con empresas como Samsung, LG, Hyundai y Kia.

Corea del Sur en la primera mitad del Siglo XX era colonia de Japón de 1910-1945, sufriendo de expropiación, explotación, pillaje y tráfico personal; de 1950-1953 tuvieron una gran guerra, con pérdidas humanas y destrucción; y entonces era el penúltimo país más pobre del mundo con un PIB per cápita de 67 dólares; y el principal reto del gobierno fue eliminar el hambre; en los 70´s, elevan su PIB en base a planes de industria pesada de astilleros, siderurgias, constructoras, planta automotrices; y de industria ligera con textiles, procesadoras de maderas, fábricas de pelucas y calzados; y en la última década del siglo XX lograron rebasar su PIB per cápita en más de 10 mil dólares, lo que les convirtió en un país fuerte.

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