Por Luis Ayala Ramos
Nezahualcóyotl, México. Locatarios de mercados y comerciantes establecidos se quejan de la presencia de presuntos inspectores de la Procuraduría Federal del Consumidor, quienes llegan de manera sorpresiva a los negocios y con presuntas fallas de documentación principalmente en básculas, amenazan con multas de hasta 10 mil pesos, que pueden pasar por alto a cambio de una cantidad menor.
Los seudo inspectores llegan principalmente a los locales atendidos por personas de la tercera edad, quien pueden ser más fácilmente convencidos de los argumentos y al ser intimidados dan dinero para no ser “multados”, con cantidades de hasta cinco mil pesos.
Los sujetos llegan con un documento presuntamente expedido por la Profeco firmado por Julio Cesar Perales, director del departamento de Verificación, para revisar que las basculas funcionen correctamente, dirigido a los mercados y calles con los giros de tortillería, Carnicería, Recaudería, Pollería, Tlapalería, Abarrotes, misceláneas y Desperdicios Industriales.
El documento tiene una vigencia del primero de enero del 2022 al 28 de marzo del mismo año y a pesar de que Profeco es una institución federal, en el papel aparece un membrete con el logotipo del gobierno de Nezahualcóyotl.
“A un compañero comerciante le sacaron 800 pesos por vender un cigarro suelto, y aunque efectivamente esta prohibido, los presuntos inspectores le dijeron que “se podían arreglar” para no multarlo”, dijo Ana Hermosillo Marín, integrante de la mesa directiva del mercado El Palmar.
Al respecto, Vicente Ruiz Vázquez, presidente de la Coordinadora de Mercado del Valle de México, señaló que por ahora no hay verificación de básculas, y cuando esto ocurre, Profeco o la empresa autorizada para la revisión avisa previamente del operativo y llegan primero con las mesas directivas para hacer la verificación de manera organizada y no clandestinamente como lo hacen quienes buscan sacarles dinero a los comerciantes.
Exhortó a los comerciantes a no dejarse sorprender y que cualquier visita de inspectores, además de tener la obligación de identificarse, deben acudir con las mesas directivas para cerciorarse si es gente permitida.