La Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), reconoce que el derecho al juego es de vital importancia para el desarrollo físico y mental de las niñas y los niños, por eso promueve actividades lúdicas como el teatro guiñol, con el objetivo de sensibilizar y transmitir a la niñez sus derechos humanos, deberes y valores.

La Codhem recuerda que desde 1989, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció el derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad, además de participar libremente en la vida cultural y en las artes.

Al considerar los datos del Censo 2020 del INEGI de que en la entidad habitan 4 millones 421 mil 644 niñas y niños de 0 a 15 años de edad, que representan el 26% de la población mexiquense, la Codhem exhorta a las y los integrantes de la familia a jugar y convivir con ellos, pues además de ser una actividad de esparcimiento, les permite comunicarse, desarrollar sus habilidades y competencias, aprender sobre sí mismos, del contexto en el que viven e incluso, para expresar sus miedos hacia determinada persona o situación.

El Comité sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, precisa en su Observación General No. 17 que, el juego infantil es todo comportamiento, actividad o proceso iniciado, controlado y estructurado por los propios niños; tiene lugar dondequiera y cuando quiera que se dé la oportunidad; además, sus cuidadores deben contribuir a crear entornos propicios para el juego, el cual debe ser voluntario, obedece a una motivación intrínseca y es un fin en sí mismo, no un medio para alcanzar un fin.

El juego es un ejercicio de autonomía y actividad física, mental o emocional, y puede adoptar diversas formas, desarrollándose en grupo o de manera individual; sus principales características son la diversión, la incertidumbre, el desafío, la flexibilidad y la no productividad, factores que contribuyen a su disfrute y al incentivo a seguir jugando; asimismo, enfatiza que el juego es un componente indispensable del desarrollo físico, social, cognitivo, emocional y espiritual de las y los niños, indica la ONU.

La Codhem puntualiza que la sociedad en general tiene un papel clave para lograr el bienestar de la infancia, procurando entornos sanos y saludables para que ninguna niña o niño sea discriminado ni violentado en su persona ni en sus derechos humanos.

 

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