Tenancingo, México. La pandemia de COVID-19 afectó la producción de flor de nochebuena (Euphorbia pulcherrima) en el Estado de México, afirmó la responsable de producción y área de invernaderos del Centro Universitario Tenancingo de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Azalia María de Jesús Hernández Sánchez.

La ingeniera agrónoma en floricultura, egresada de este espacio universitario, puntualizó que los principales municipios mexiquenses productores de esta flor originaria de México son Atlacomulco, Texcoco, Coatepec Harinas, Ixtapan de la Sal, Malinalco, Ocuilan, Valle de Bravo y Zumpahuacán.

Abundó que de 2016 a 2019 en la entidad mexiquense se registró un crecimiento en la producción de casi dos millones de plantas por año. Asimismo, en 2019 se establecieron casi 20 millones de plantas, mientras que en 2020 apenas alcanzaron los 16 millones, muchas de las cuales no se vendieron.

“Este año, por ejemplo, algunos productores de Atlacomulco, que incluso ya iniciaban con la exportación, no produjeron y para su venta la están trayendo de los estados de Morelos y Michoacán”, dijo.

La también productora de nochebuena desde hace tres años detalló que existen más de 100 variedades de esta flor, reconocida en el mundo como símbolo de la Navidad, pero en México apenas se cultivan 30, siendo las más comunes Freedom Red, Freedom White, Prestige Red, Prestige Early, Festival y Marblestar, destacando los colores rojo, blanco, rosa, rayada y marmoleada.

Precisó que la producción de nochebuena implica ocho meses de trabajo. En noviembre o diciembre se realiza el pedido de las estacas -fragmentos de tallo y el medio más importante para la propagación de arbustos ornamentales-, que son recibidas en mayo, cuando debe iniciar la plantación para que esté lista para su venta a finales de noviembre.

“Los productores debemos comprar una plántula limpia y sana, ya que es muy susceptible al ataque de bacterias. Debe tener un buen sustrato, que retenga la humedad suficiente. Además, hay algunas variedades muy delicadas. La fertilización debe ser estricta, al igual que el control de enfermedades. A partir de septiembre se empieza a tapar, para lograr cierto número de horas de oscuridad y que empiecen a pigmentar las brácteas, que comúnmente confundimos con la flor y realmente son hojas”, dijo.

Finalmente, Azalia María de Jesús Hernández Sánchez destacó que una vez en casa, la nochebuena, debe tener los siguientes cuidados: regarse cada tercer día, conservarla en interiores y sin exposición a corrientes de aire, mantenerla a salvo de las mascotas -dada su fragilidad-, con suficiente luz artificial, pero no directa de la ventana y evitar el uso de calefactores; asimismo, incluso durante la noche, no debe estar en total oscuridad.

 

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