El periodismo en México ha sufrido una transformación en las últimas décadas, ya que dejó de servir al poder para cuestionarlo y con ello, cumplir con su propósito fundamental de servir a la sociedad, aún en contextos violentos o adversos, coincidieron periodistas, durante el conversatorio sobre periodismo “Prensa y poder”, organizado por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
En el marco del 45 aniversario de la fundación de la revista Proceso, José Gil Olmos, director de información de esta publicación; Veneranda Mendoza, corresponsal en el Estado de México de esta revista y Sebastián Barragán, periodista del equipo de investigación de Carmen Aristegui, participaron en el conversatorio virtual, compartiendo su visión y experiencia sobre cómo ha cambiado el periodismo y cómo ha afectado en esa transición la aparición de las organizaciones civiles, redes sociales y la violencia en el país.
Para Gil Olmos, históricamente el periodismo empieza como una extensión de los grupos políticos en el país, cuya función era difundir su ideología y actividades sin ser cuestionados.
En ese sentido, el director de información de Proceso consideró que fue en 1976, cuando se funda la revista Proceso, que no estaba supeditada a la publicidad gubernamental, que se empieza a ejercer el periodismo, a cuestionar y alejarse del poder.
Con esta acción, comparte Gil Olmos, se siembran las semillas de la transformación que se observa en el periodismo con mayor contundencia a partir de la década de los noventa, a partir de la fundación de medios como La Jornada, Reforma y El Financiero, entre otros, que además de cuestionar al poder, integran grupos de investigación y le dan voz a las organizaciones sociales.
En ese sentido, Sebastián Barragán expresó que la transformación que tiene el periodismo ha permitido que cumpla su propósito fundamental, que es servir a la sociedad para que esté informada de forma veraz, contrastada y que a partir de ello, pueda tomar decisiones.
Sin embargo, esta profesión, que ha tenido avances contundentes en las últimas décadas, se enfrenta a desafíos como la violencia hacia los periodistas, compartió Veneranda Mendoza, al referir que incluso ésta proviene de autoridades de seguridad pública local, estatal o federal, que impiden dar la cobertura oportuna a diferentes hechos, obstaculizando el ejercicio del periodismo, aunado a las ya conocidas cifras de asesinatos de periodistas en el país.
De manera general, coincidieron que las redes sociales han sido un factor en cómo se difunde y presenta la información periodística, exigiendo inmediatez, pero conservando la calidad que implica el contraste de fuentes, corroboración de datos, entre otras.