La pasión por las matemáticas permitió a la profesora del Plantel “Ignacio Ramírez Calzada” de la Escuela Preparatoria de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), también conocida como Prepa 4, Gabriela González Navarro, ganar un auto último modelo.

La universitaria acudió a una plaza comercial del Valle de Toluca, donde se enteró de un concurso, consistente en adivinar el número de cubos que se encontraban al interior de un contenedor. El premio lo obtendría la persona que se acercara o diera con la cantidad exacta de unidades.

Gabriela González miró de cerca el contenedor, hizo uso de sus habilidades matemáticas y acertó. En la urna se hallaban los mil 947 cubos que calculó. “Me pregunté qué método podría ocupar para conocer el número exacto. No tenía papel o lápiz para realizar los cálculos, realizar una triple integral o una derivada”.

La docente, quien desde hace diez años imparte clases en el área de matemáticas en la Prepa 4, realizó un cálculo mental, mediante el cual determinó el volumen del contenedor. “Conté el número de cubos rápidamente de un lado y desintegré la urna en mi mente para dar con el número total”.

Las matemáticas y los números, cuenta la maestra, no se encuentran directamente en la realidad; sin embargo, siempre están ahí. De manera inconsciente, subrayó, se puede percibir el mundo a través de cálculos matemáticos.

En su labor como docente ha inculcado a sus alumnos no dejar de lado el pensamiento matemático, independientemente de la licenciatura que deseen estudiar, ya que “a diario lo utilizamos”.

González Navarro apuntó que, en ocasiones, las juventudes no se sienten atraídas por esta rama del conocimiento debido a que tuvieron malas experiencias con docentes en la secundaria o en la prepa, o “simplemente no se nos dan”. Sin embargo, su objetivo es mostrarles cómo pueden aplicar las fórmulas y cálculos que practican en las aulas en la vida cotidiana.

“Me apasiona compartir lo que he aprendido a lo largo de los años. He intentado seguir el ejemplo de los grandes maestros que tuve en Prepa 4, donde estudié, y quitarles la idea a los chicos de que las matemáticas no sirven”.

Satisfecha por su carrera como académica y docente, agradeció con una sonrisa en el rostro a sus alumnos y al personal académico y administrativo con quienes ha compartido oficinas y salones. Para ella, las matemáticas dan alegría.

 

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