NO ES POCA COSA LA AMENAZA CONTRA AZUCENA URESTI

Por Andrés A. Solis*

 

En las últimas semanas Milenio Televisión ha dado especial seguimiento a los

enfrentamientos entre grupos del crimen organizado y grupos que se reconocen como

autodefensas en Michoacán.

La cobertura ha sido con algunas deficiencias informativas y en ocasiones con

calificativos que SIEMPRE sobran en el periodismo.

A partir de esta cobertura, la conductora del noticiario estelar de la televisora, Azucena

Uresti, ha recibido amenazas de muerte por parte del grupo que intenta controlar la

zona norte de Michoacán y la región de Tierra Caliente.

Todas las amenazas deben tomarse como serias y en este caso debe preocupar que

éstas alcancen a una presentadora de noticias de una televisora con cobertura

nacional. Esto muestra que quienes la amenazaron no tienen temor de nada ni de

nadie. No le temen ni al gobierno del Estado ni al Gobierno Federal.

Las amenazas deben encender las alertas del Estado mexicano para blindar a Azucena

Uresti y darle protección de manera inmediata sin que ello signifique impedir que

continúe con su labor periodística.

Es importante proteger su vida, pero alejarla de su trabajo informativo es permitir que

sus agentes agresores ganen.

Las amenazas contra cualquier colega son preocupantes, indignantes y siguen siendo

muestra de la descomposición del entorno que debería garantizar el libre ejercicio del

periodismo en México.

Las amenazas de muerte contra Azucena Uresti son graves, pero no son únicas. Hay

colegas que no tienen el privilegio de los reflectores nacionales y viven

permanentemente bajo el asedio de grupos criminales y políticos que un día sí y al otro

también los amenazan de muerte si publican sobre tal o cual tema.

En las últimas dos décadas hemos visto como las agresiones y crímenes cometidos

contra medios y periodistas han ido en aumento y en la enorme mayoría de los casos

no ha habido amenazas públicas de por medio. Los criminales tienen la costumbre de

atacar sin avisar, aunque el acoso es permanente, es de todos los días.

El Estado mexicano debe cumplir las leyes vigentes y atender su propia

responsabilidad moral y política. Debe brindar la protección que merece la periodista de

Milenio Televisión y Radio Fórmula, pero debe hacer lo mismo con cada periodista en

el país, garantizar el libre ejercicio profesional del periodismo y el derecho de la

sociedad a ser informada.

PD. La tarde de este lunes varios medios publicaron un desplegado en el que

reprochan las amenazas y exigen atención inmediata del Gobierno. Ojalá esos mismos

medios que firman se vieran al espejo y vean en qué condiciones tienen a sus

periodistas, cuánto les pagan, si les pagan seguros de vida y gastos médicos y si les

han pagado cursos de entrenamiento en coberturas del alto riesgo.

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*Periodista, autor del “Manual de Autoprotección para Periodistas” y de la “Guía de

 

buenas prácticas para la cobertura informativa sobre violencia”. Conduce el programa

“Periodismo Hoy” que se transmite los martes a las 13:00 hrs., por Radio Educación.

 

 

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