Cada mes, el Museo Hacienda la Pila selecciona una pieza de su colección para dar a conocer la riqueza de su acervo; en agosto se cumplen 11 años del fallecimiento de uno de los artesanos que es referente de la historia del rebozo en la entidad y en México, por ello se le rinde un homenaje.

Los rebozos son lienzos simbólicos que existen en nuestro país desde la época prehispánica, pero el que se presenta en esta ocasión tiene un peculiar significado que involucra amor y simbolismo que arraiga la cultura, la tradición mexiquense y mexicana.

El rebozo sirve para cargar cosas a la espalda y que sea más ligero, para cargar a los bebés hasta que se convierten en niños, como cobijo y, también como una forma de respeto ante el dolor.

Por ello, este Museo invita a conocer “El rebozo luto de aroma”, de la autoría del artesano Fidencio Segura, originario del municipio de Tenancingo, y quien representó una figura en la historia de esta artesanía, su vocación de rebocero se manifestó desde los ocho años y aprendió de sus padres, también reboceros de Tenancingo, a elaborar las canillas y devanar el hilo para el rebozo, así como tejer en telar de pedales.

Gracias a la receta original heredada de sus padres y abuelos, Don Fidencio Segura realizó durante toda su vida “El rebozo luto de aroma”, el cual obtiene su color permanente en negro, resultado de la infusión de hierbas, flores y frutos de la zona de Tenancingo.

Así, como el luto, este rebozo no pierde su color ni su aroma y vive como los recuerdos de las personas que se adelantan.

Hoy sus rebozos, que sin duda sirvieron de mortaja a varias generaciones en su natal pueblo de Tenancingo, serán su legado y podrán seguirse apreciando en alguno de los museos de nuestra entidad.

 

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